lunes, 29 de agosto de 2011

Si nunca te pido nada...

“Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no te consideres obligado a llevársela.”
Pitágoras

“Por favor. Es esta vez, nada más. Si yo nunca te pido nada…”
Viste que yo nunca te molesto; bueno, necesito que me hagas este gran favor, por única vez…” 
Sabés que yo nunca te jodo, pero justo hoy…”
Por lo general, la gente que usa estas frases es la que vive rompiéndole las pelotas al resto. Si nunca pedís nada, no hace falta convencer a nadie de ello.
Realmente me reconforta ayudar a los demás, y con el paso del tiempo, también he aprendido a pedir ayuda cuando la necesito. No estoy hablando de esto ahora. Me refiero a esas personas que viven creyendo que recibir ayuda es un derecho adquirido y que siempre habrá alguien dispuesto a llevarles su carga o solucionarles sus problemas.
Me enoja mucho que, por lo general, estos seres pedigüeños e inescrupulosos se empecinen en generar un pseudo sentimiento de culpa en el otro para que uno se vea obligado a ayudarlos siempre.
Hay gente que está acostumbrada a que le den, a que las ayuden y socorran todo el tiempo. Se meten constantemente en problemas o en situaciones que no pueden resolver porque saben que siempre aparecerá ese alguien “al que nunca han molestado para pedirle un favor” que les va a sacar las papas del fuego. Son muy insistentes y caradura. Cubrir sus necesidades y brindarles la ayuda que necesitan, pasa a ser una tarea del otro…
Nadie está en la obligación de ayudar a nadie. El hecho de brindar ayudar debe ser un gesto espontáneo. Es parte de la esencia del ser humano, la necesidad instintiva de ayudar a los demás, porque ayudando a los otros, uno se está ayudando a sí mismo también.
Soy una persona de sí fácil. Lo reconozco. Pero ayer a la noche, la situación llegó a un límite.
Mi vecina del lado cruzó el umbral de mi tolerancia. Suele golpearme la puerta en la medianoche para pedirme cosas. Para ella no existen ni  fines de semana ni feriados para romperme las pelotas. Después del “Hola, Maria” siempre intenta darme lástima, argumentando el motivo de su nuevo mangazo y excusándose con que ella "nunca me pide nada".
Enumero a continuación una lista de algunos de los préstamos realizados en los últimos 12 meses a mi adorable vecina del departamento "B":
Elemento: estufa eléctrica
Argumento lastimoso: el hijito menor (18 años) se le enferma cada dos por tres porque no tienen calefacción en el baño para ducharse en el invierno.
Condición actual: paradero desconocido. El artefacto jamás fue devuelto.

Elemento: cámara fotográfica digital
Argumento lastimoso: vienen sus nietitos a visitarla y no tiene para sacarles ni una sola foto.
Condición actual: recuperado. Me pide la cámara todos los fines de semana sin excepción. Si no voy personalmente a pedirle que me la devuelva, jamás lo hace por voluntad propia. Varias veces me he visto en la situación de tener que defender y argumentar el motivo por el cual le estaba pidiendo que me devolviera MI propia cámara.

Elemento: licuadora
Argumento lastimoso: nunca sale a ningún lado, no tiene amigas con quien ir a tomar un licuadito a una confitería y, una vez al mes por lo menos, le dan ganas de darse un gustito y tomarse un licuado de banana.
Condición actual: recuperado pero con roturas irreversibles. Se le resbaló la jarra mientras la lavaba. Me prometió que me compraría una nueva. El episodio sucedió hace más de seis meses y todavía el electrodoméstico no ha sido reemplazado.

Elemento: computadora personal
Argumento lastimoso: el hijito tiene que presentar un trabajo práctico para el colegio y tiene la compu rota. Le pregunté por la posibilidad de que el púber vaya a un Cyber y se ofendió, poniendo como excusa que ella no podía afrontar el gasto de pagar la reparación, además de las horas de internet y trabajo en el locutorio.
Condición actual: segura y en perfecto estado. Jamás fue entregada. Apelé a mi creatividad argumental y le dije que la mía también se había roto.

Elemento: Billetes varios de 2, 5 y 10 pesos.
Argumento lastimoso: nunca tiene cambio.
Condición actual: más que paradero desconocido, desaparición como por arte de magia. Billete que le doy, nunca vuelve a aparecer. Jamás me devolvió un peso.

Elemento: el Vademecum entero. Bayaspirina, Actron, Dramamine y hasta Valium (sabe además que yo no tomo ni ansiolíticos ni miorelajantes).
Argumento lastimoso: le duele siempre la cabeza, la espalda, está mareada, muy nerviosa y no puede dormir porque los problemas la superan. Ir a la farmacia a comprarse un blíster no es una posibilidad certera jamás.
Condición actual: desabastecimiento. Mi botiquín está completamente vacío.

Y por último, y no por eso menos importante, está  la gota de rebalsó el vaso.

Ayer por la noche vino a visitarme mi abuela. Hacía muchísimo que no venía. Desde que murió mi abuelo, le cuesta mucho salir de su casa. Vino tempranito, a cocinarme algo rico para cenar juntas. A los diez minutos de haber puesto un pie en mi casa, mi vecinita tocó el timbre. 
-          Hola Maria. Disculpame que te moleste. Pero me pareció escuchar la voz de tu abuelita. ¿Puede ser?
-          Sí, vino a visitarme después de mucho tiempo. Se ve que tenés una conexión telepática con ella porque casi ni tuvimos posibilidad de hablar y vos ya la escuchaste…
-          ¡Ay! Es que la quiero tanto a tu abuela… Che, Maria, viste que yo nunca te pido nada, ¿no? Bueno. Vine porque quería saludar a tu abuelita y de paso preguntarle una cosita… Porque viste, ayer fui al dentista y parece que me tiene que sacar un par de muelas y hacerme una prótesis nueva… Y los precios de las dentaduras postizas están por las nubes así que, como sé que ella aun no pudo desprenderse de nada de tu abuelo, quería saber si conservaba alguna dentadura de él que ya no le sirva o que ya no use…

29 de agosto de 2011 – Diario de Maria Pena, ¡me mangueó la dentadura de mi difunto abuelo! ¡Lo peor de todo fue cuando me aclaró que no le daba asco probársela porque me consideraba parte de su familia!!!!!!
Dedicado a Carmencita.

3 comentarios:

  1. Lo único que tengo para decir de esa vil mujer es que es una hija de tres mil putas.

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  2. JAJAJAJA YO JAMAS PODRÍA DESCRIBIR TAN CERTERA MENTE A MI VECINA ES IGUAL JAJAJAJ.MUY BUENO

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