“Quien con monstruos lucha cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti.” Friedrich Nietzsche
Conviví con monstruos, internos y externos durante un largo tiempo este último año de mi vida.
La amenaza externa resultó ser peligrosa, pero el abismo interno fue aún más desolador.
Miré durante un largo tiempo lo más profundo y oscuro del acantilado mientras mi cuerpo se llenaba de vacío. El abismo invadió mi mente por completo. No tenía dirección. Desorientada, ausente, vulnerable e inestable seguía adelante como podía.
Hasta que una noche de insomnio, comprendí lo incoherente que estaba siendo. “Quería borrarlo de mi pasado pero retenerlo en mi futuro.” Era yo misma la que me invitaba a acercarme a ese límite insano que significa caminar por la cornisa.
Y fue así que ese día, entendí lo peligroso que era estar tan cerca del precipicio y decidí alejarme de él.
Todos podemos ser víctimas de un empujón al abismo, si, y sólo si, nos ubicamos cerca de él...
9 de octubre de 2011 – Diario de Maria Pena, por más que sigas intentando empujarme al abismo, quiero que sepas que ya me alejé de él...
te felicito!!!!!!!!!! si vos podés yo también.
ResponderEliminar