Sábado, 13hs.
Caminado por la calle Corrientes me cruzo de frente con una amiga de mi hermana que hacía más de 10 años que no veía. La paré y con una sonrisa en mi cara le dije:
- Hey, Vale, ¡tanto tiempo! ¿Cómo estás?
Ella me miró y me devolvió el “hola” simplemente por compromiso. Obviamente no me reconoció. Mi hermana y yo siempre hemos sido polos opuestos. Ella siempre fue muy “top”. Del grupo de las divinas, yo creo que ni categoría tenía.
Indiscutidamente, Valeria pertenecía a ese grupo de diosas deslumbrantes que jamás registraban lo que sucedía a su alrededor.
- Soy Maria, ¿te acordás? Siempre venías a casa cuando éramos chicas - le dije.
- Ay, perdoname. Te veo cara conocida pero no sé de donde… - me respondió.
- Soy Maria. La hermana de Ana…
Yo veía que intentaba acordarse. Su esfuerzo era innegable. Incluso, simuló haberme reconocido al preguntarme por mi familia. Una pésima actriz. Para evitarle continuar con la farza, decidí ponerle punto final a nuestro encuentro casual y le dije:
- Todo bien Valeria. Tranquila. No te sientas culpable por no recordarme. Yo tampoco me acordaría de mí después de 10 años de no verme...
2 de julio de 2011 – Diario de Maria Pena, mujer 100% olvidable.
Mi vidaaaa!!!!!!! .. Sos una genia nenaaa!!! ... Como escribis las cosas, el humor que le pones! que importa si una no se acordo de vos ...
ResponderEliminarExcelente, excelente blog
Andrea