miércoles, 13 de julio de 2011

Hablar sin decir nada

Cuando los encuentros entre dos personas son un simple intercambio de frases huecas… Cuando se habla pero no se dice ABSOLUTAMENTE NADA.
Hoy tuve esa anómala, pero cotidiana conversación de todas las mañanas, con el vecino del 5to piso:

Pablo: ¡Hola, María! ¿Todo bien?
Maria: Bien, ¿y vos?
Pablo: Bien, bien. ¿Vos?
Maria: Bárbaro ¿Qué es de tu vida?
Pablo: Bien, todo en orden. ¿Tus cosas?
Maria: Todo tranquilo por suerte.
Pablo: Bueno, che… Te dejo que estoy a mil. ¿Dale?
Maria: Dale, dale. Nos vemos en cualquier momento.
Pablo: Dale. Suerte.
Maria: Igualmente. Chau.
Pablo: Chau. Chau

La conversación en realidad debería haber sido algo así, evitando todo tipo de formalidades (versión mariapénica recargada):

Pablo: Hola, María.
Maria: Hola. ¿Todo bien?
Pablo: No. Estoy para atrás. ¿Y vos?
Maria: Como el orto también. ¿Vos?
Pablo: ¡Qué carajo te importa! Para qué me lo preguntás, si lo estás haciendo por compromiso nada más.
Maria: La verdad, tenés razón. ¿Qué mierda hago hablando con vos?
Pablo: A mí me pasa lo mismo que a vos, estúpida. Es una cuestión de piel…
Maria: ¡Andá a cagar!
Pablo: Y vos andá a lavarte las tetas, gorda.
Maria: ¡Chau, puto reprimido!
Pablo: Chupame un hue…

13 de julio de 2011 – Diario de Maria Pena, cosas que se piensan pero jamás se dicen… (Aunque a veces me encantaría que se me escapara algo)

ACLARACIÓN:
Malas palabras son: hambre, desocupación, desigualdad social, pobreza…

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