Hola, ¿en que andás tanto tiempo? ¿Mejor?

De los creadores de Hola, ¿cómo estás? Hace mucho que no hablamos  y  Hola ¿Qué es de tu vida? ¿Todo bien? llega a las salas argentinas Hola, ¿en que andás tanto tiempo? ¿Mejor? una desopilante comedia de enredos y mensajes de texto pelotudos que un infradotado le envía a una vulnerable mujer suponiendo que ella siempre va a estar a su disposición para cuando él lo decida.

El energúmeno, hace el papel de un cobarde engañamundos que promete el mundo entero a una mujer fantasiosa dispuesta a dar todo por él. El infeliz cacaraquea pero jamás pone el huevo. Su doble discurso confunde y desorienta. Le gusta aparentar ser un ser sensible, llenando su boca frases filosóficas, pero se desdice inmediatamente con su accionar. Pareciera ser, que sufre amnesia transitoria para las cosas que le convienen.  Aparece y desaparece cada vez que se le antoja, desvalorizando categóricamente todo tipo de sentimientos.

En esta oportunidad, el nefasto ser primitivo ya no se encuentra solo. Ha formado pareja con una descerebrada y mononeuronal  mujer con la que supuestamente está atravesando los mejores momentos de su vida. Sin embargo, la cruel cucaracha apestosa, ese hombre primitivo  e inescrupuloso, a pesar de estar de novio, sigue rompiéndole las bolas con mensajitos de texto a la endeble mujer que, alguna vez, supo amarlo… Pero en esta ocasión, la protagonista, no cae en la trampa y decide no responder a semejante incongruencia, considerando una falta de respeto a su intelecto, que un microbio manipulador incapaz de hacer feliz a una mujer, la siga molestando. En una memorable escena de la película, se la ve a ella leyendo  el mensaje y preguntándose a sí misma “¿Esto es todo lo que tiene que decirme? Demasiado básico, pobre y denigrante… Básicamente, no vale la pena. ”

Apta para todo público.

Calificación: 5 penitas

En las mejores salas. No se la pierda.

23 de julio de 2011 – Diario de Maria Pena, lo más llamativo de todo, es que empiezo a sentir lástima por la descerebrada… No sabe dónde se metió…