La palabra domingo debería figurar en el diccionario como sinónimo de popó, porquería, excremento, defecación, deposición, excreción, evacuación, heces, cagada o MIERDA.
¡Otro domingo de mierda para mi gran colección de domingos con olor a caca!
Me viene a la mente Silvio Soldán, el cofre de la felicidad y su Feliz Domingo para la Juventud “un programa hecho con amor”.
Si faltaba algo para hundirme en este pozo de desconsuelo y depresión era esta última frase. Voy a desglosar el concepto de puro masoquista que soy.
Feliz Domingo: Interesante combinación de palabras. Irónico. Ácido. Es como unir conceptos opuestos tales como “Hermosa Amargura”, “Divina Tragedia” o “Radiante Depresión”. Creo que la última vez que tuve un feliz domingo todavía creía que Papá Noel era un gordito de traje rojo que repartía regalos en trineo con renos voladores.
para la Juventud: ¡Ah! Encima esto. La palabra “juventud” combinada con el deseo de pasar un “feliz domingo” es claramente una frase discriminativa ya que, obviamente, considera que los únicos con posibilidades de disfrutar del séptimo día son los “jóvenes”.
un programa hecho con amor: Bien. Aquí me gustaría hacer una subdivisión. “Un programa”, ya ni me acuerdo cuándo fue la última vez que tuve un buen programa un día domingo. Lo más excitante que me pasó este bendito día últimamente fue ir a comer ravioles a la casa de mi mamá o acompañar a mi tía a jugar canasta con sus amiguitas del club (promedio 70 años cada una). Por otro lado, la frase “hecho con amor” es lapidaria para mi condición de sola, fea y fuera de forma. Hacer el amor un día domingo es la figurita difícil del álbum. La imposible. Es algo inverosímil y hasta quimérico. Si no logro que nadie me toque un viernes o sábado a la noche, ¡menos lo voy a conseguir un maldito domingo! La fantasía del “dominguero” es tan improbable para mí como que Lita de Lazzari sea tapa de la revista “Playboy”.
26 de junio de 2011 – Diario de Maria Pena, "Feliz domingo para todos".
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