martes, 28 de febrero de 2012

Huevos rotos

Entiendo que la expresión “No me rompan más los huevos” no se ajusta demasiado al discurso femenino. Lo entiendo perfectamente. Las nenas NO tenemos genitales ovoides externos. Lo sé. No soy tonta. Alguna vez los he visto y, hasta incluso, los he manipulado, pero siempre pertenecían a un “otro”, llamado “hombre”.

No tengo ganas de entrar en polémica. Los varones tienen pene y testículos, y las niñas tenemos vagina. Hasta ahí estamos de acuerdo. Pero yo tengo los huevos rotos. Y, sí. Tengo las bolas destrozadas aunque carezca de ellas. Es así. Vivo un eterno rompimiento prostático-testicular en HD (High Definition) las 24hs del día.

28 de febrero de 2012 – Diario de Maria Pena, mujer de pelotas virtuales en ruinas. 

viernes, 24 de febrero de 2012

Manual del buen pirata

Terminemos con los mitos. La vida del pirata no es pura diversión, joda, distensión y placeres. Convertirse en un pirata implica años de sacrificio.
Es sabido que para ser un “buen pirata” se requieren de ciertas capacidades innatas, es verdad;  pero lo es importante, lo fundamental, es el esfuerzo y la dedicación con que aquellos que pertenecen a este gremio, se toman el oficio. Su vida no es fácil. Viven haciendo exhaustivos estudios, minuciosas observaciones y perfectas planificaciones para cada jugada. Una vida abocada a la trampa. Los piratas no son fiesteros improvisados sino grandes estrategas del amor y la fullería.
INTRODUCCION A LA VIDA PIRATA:
La ley de oro es cuidar y prever cada detalle.
Las mujeres tenemos mejor olfato que un perro sabueso y si olemos algo sospechoso, sos hombre muerto. Evitá usar colonias o perfumes que no pertenezcan a tu colección de fragancias. Cualquier aroma deja rastro, hasta incluso el de otro cuerpo. ¡Cuidado! Los lápices de labio y el jabón de hotel son los más incriminatorios. Su fragancia directamente huele a trampa. En el auto, el aromatizador es tu acompañante indiscutido. Tapa cualquier olor o perfume intruso instantáneamente. Por último, jamás uses la misma ropa con dos mujeres distintas. Siempre tené a mano a una muda completa por si acaso junto tu desodorante de rutina.
Otro detalle son los pelos. Si estuviste pirateando en tu casa te conviene revisar la ducha, el peine y la almohada exhaustivamente. ¡Ojo con el piso! Miralo con lupa. Las mujeres somos expertas en perder cosas. Nunca falta el arito enganchado en la alfombra o la colita del pelo debajo de tu cama.
Ni se te ocurra dar o recibir regalos que demuestren cierta intimidad. Calzones, remeras y perfumes deben ser devueltos, re-regalados o simplemente desechados. Aunque duela. Y si el regalón sos vos,  optá por obsequiar una cena o una noche en un hotel lejos de tu casa. Nada de ramos de rosas o libros. Las tarjetas y dedicatorias pueden convertirse en pruebas incriminatorias.
CUANDO Y DONDE:
Salir de trampa los fines de semana es para principiantes. Los que llevan un Barbarroja en el alma saben que los días de trampa son lunes, martes, miércoles y jueves. Pero no por la medianoche sino por la tarde y, ocasionalmente, a la noche. Obviamente, se disfrazan como “horas extras”, “reuniones imprevistas”, “conflictos en el laburo”, “salida con amigos”, “encuentro con amigo de la infancia que hacía mil que no veía”, etc.
Lo aconsejable es buscar lugares con poca gente y tratar de llegar e irte solo. Las mesas ideales son las alejadas de las ventanas o las más apartadas. Los bares que tienen boxes con asientos altos son buenos aliados y los lugares que con subsuelos, excelentes.
Pero más allá del lugar elegido, tenés que saber qué responder ante la pregunta “¿Dónde estuviste?” Decir “en Berazategui” cuando estuviste “en Palermo”  puede ser un arma de doble filo y todo salirte pésimo. Si alguien, por alguna de esas casualidades, te vio y se lo comenta a tu novia o esposa,  vas a tener problemas. Sólo Dios es omnipresente y puede estar en dos lugares al mismo tiempo. Por eso, el pirata experimentado responde que estuvo en la zona donde realmente pasó la tarde o noche. Lo que jamás dirá con antelación es a dónde va a ir. Si el encuentro será por la noche, es necesario construir un paradero difuso. Tu ubicación siempre será imprecisa. En este sentido, las evasivas son fundamentales. La frase "Salgo a cenar con los chicos pero no sabemos todavía a dónde" es un clásico que siempre ayuda.
LAS MIL Y UNA EXCUSAS:
Las excusas para salir a piratear y su originalidad dependen de cada profesión y del ingenio de cada uno de ustedes, los hombres.
A los médicos les cae un paciente complicado a último momento. Los músicos salen de gira. Los tacheros argumentan que les salió un viaje largo. A los ejecutivos les surge una cena de negocios impostergable. A los deportistas, el partido les arranca más tarde... En fin, hay verso para cada ocupación, oficio y profesión. Sólo basta exprimir la imaginación. Deben evitarse los robos reiterados, los secuestros express, las pérdidas de memoria y las abducciones por extraterrestres, ya que no son muy creíbles que digamos, aunque sí, bastante comunes.
IN FRAGANTI:
Aun tomando todos estos recaudos, podés ser descubierto. Nunca subestimes el poder intromisión de tu pareja. Todas las mujeres llevamos un Sherlock Holmes dentro. Pero no te preocupes. El invicto, en este sentido, es placer de muy pocos. De las caídas es de donde más se aprende.
Lo que define al buen pirata no es el nunca haber sido pescado con las manos en la masa sino el llevar una vida coherente y sin fisuras. No tenés que titubear ni contradecirte jamás. Negar, negar y negar. Hasta en las situaciones más expuestas seguí mostrándote seguro. “No es lo que parece” es una frase trillada. No se usa más. Tenés que apelar a tu creatividad con argumentos más elaborados y jamás vacilar.
Para ser un verdadero Jack Sparrow, se requiere de una excelente memoria para recordar todas las excusas  y los contextos en las que fueron dichas. Además, mucho aguante para dormir poco y seguir normalmente con la rutina.

Obtener oficialmente el parche del pirata Morgan no es moco de pavo.  Es más que una religión o ideología. Es la combinación perfecta entre estrategia, sacrificio y dedicación.

LOS 10 MANDAMIENTOS DEL PIRATA:
1-No dejarás tu agenda ni tu celular al alcance de ninguna mujer.
2-No llevarás a los mismos lugares a la "titular" y a la "suplente".
3-No te involucrarás emocionalmente.
4-Mantendrás satisfecha sexualmente a tu pareja.
5-Te ofenderás cada vez que alguien ponga en duda tu fidelidad.
6-Evitarás actos fallidos o fursios usando el mismo apodo para todas. (Por ejemplo: bebé)
7-Llevarás vidrios polarizados en tu auto.
8-No dejarás abierta tu cuenta de MSN ni ninguna red social como Facebook, Twitter, Badoo, etc.
9-No tirarás los teléfonos de viejas trampas.
10-No harás regalos exagerados para tapar tu culpa.

El Barbarroja autodidacta, el bucanero de las pampas, el pirata de alma, jamás “TRAICIONA”; simplemente, tiene una concepción deportiva del sexo y un instinto cazador lo que impulsa constantemente a buscar nuevas presas.

24 de febrero de 2012 – Diario de Maria Pena, harta de estos pelotudos que se creen “pija” y son unos nabos. A ellos les dedico este manual.



martes, 21 de febrero de 2012

Aquel que esté libre de pecado…

Y el mundo sigue girando, y la vida pasa, y las cosas siguen cambiando… Pero hay frases escritas o pronunciadas hace tiempo ya, que se aplican perfectamente a nuestra actualidad y nos conmueven por su vigencia a pesar del paso del tiempo. La sabiduría no se ajusta a un momento de la historia nada más. Su validez radica en su eterna perpetuidad… A veces, sólo basta cambiar un par de palabras para que el significado se acote más a nuestra cotidianidad, pero la profundidad del mensaje, es lo que le da su trascendencia…



VERSIÓN ORIGINAL
“Aquel que esté libre de pecado, que arroje la primera piedra.”





VERSIÓN 2012

“Aquel que esté libre de pecado, que arroje su contraseña.” 











21 de febrero de 2012 – Diario de Maria Pena, atrapada entre piedras y contraseñas…

Dedicado a Sam. 

viernes, 17 de febrero de 2012

Despedirnos

Insistir en perpetuar algo que llegó a su fin, es condenarse a uno mismo a quedar estancado en el tiempo, viviendo sin presente. Lo más importante es poder cerrar el capítulo, y soltar esos momentos de la vida que terminaron.
Pasé horas, muchas horas, preguntándome por qué. Por qué no había sido lo que yo había soñado. Tan grande era mi obsesión por tenerte y por entender qué era lo que había ocurrido que, hasta por momentos, sentía que había perdido la noción del presente. Necesitaba entender los por qué de todo lo que había pasado y de todo lo que no había pasado también. ¿Por qué esa enorme disociación entre lo que había ocurrido en mi cabeza y en la realidad?
El desgaste de mi entendimiento fue infinito. Mi mente laberíntica no solamente me impedía concentrarme en el presente sino que también había empezado a dañarme el cuerpo. Estaba desintegrada. Viviendo mi propia tortura mental; llorando, añorando un pasado y un futuro únicamente imaginado en mi cabeza, intangible, pero no por eso irreal, por lo menos, para mí.
La asfixia que me producía el vacío fue tormentosa. Vivía angustiada, mortificada por una constante insatisfacción. Hasta que de a poco entendí que, lo que había sucedido, había sucedido, lo que había imaginado, lo había imaginado y lo que no había pasado, no había pasado y además, jamás ocurriría. Y entonces fue que comprendí que había que soltarlo, que tenía que desprenderme de todo aquello. No podía mantener un vínculo con alguien inventado en mi cabeza. Estaba llena de supuestos y conclusiones desérticas. No podía exigirte que fueras lo que yo necesitaba que fueras y que te vincularas conmigo de la forma en la que yo te necesitaba. Y así fue. ¡Te dejé ir! Di vuelta la hoja, y me concentré en vivir de nuevo en el presente. Poco a poco te convertiste en pasado y el resentimiento fue desapareciendo. Te volví a mirar, a la distancia, y ya no encontré tantas similitudes entre ambos… Hasta incluso, esa química inexplicable, que alguna vez me movilizó por completo y que fue el motor de mi desenfrenado accionar, también se había disipado.
Mi vida es hoy. Estoy acá. Feliz. No me interesa dejar una “puerta abierta” con vos,  por si acaso. Porque creo que  desprenderse totalmente de lo que no da, nunca fue, o ya pasó, es la única forma de permitirse  vivir el presente con satisfacción.
No tengo necesidad de aclaraciones, ni de decir palabras que no se dijeron, aclarar malos entendidos o explicar el dolor de algunos silencios. Tampoco de compartir mi presente con vos. ¿Pará qué? No me interesa. Ya te dejé ir. Cerré el capítulo. Me repetí muchas veces “Yo a eso no vuelvo más.” Y no voy a volver. No por orgullo, resentimiento  o soberbia, sino porque ya no encajo ahí. No tengo nada a qué volver. Me despegué de todo eso y ya no estás en mi vida. Fue difícil atravesar el proceso de aprender a desprenderme de lo que había soñado. Pero pude. Cerré. Separé lo que había idealizado de lo que realmente había sucedido. Limpié. Me perdoné y te perdoné. Me oxigené. Me desprendí de todo y te despedí. 
Es por todo esto que ya no atiendo tus llamados, ni te respondo tus mensajes, ni lo voy a hacer. Son cosas que quedaron atrás. No hay razón para volver, y ni siquiera hay lugar a dónde hacerlo.
Los duelos los vivo sólo una vez, porque no tiene sentido despedirse dos veces de las mismas cosas si no te llevan a ningún lugar diferente…
Maria

17 de febrero de 2012 – Diario de Maria Pena.

No se puede cometer el mismo error dos veces, porque la segunda vez ya no es un error, es una ELECCIÓN.

miércoles, 15 de febrero de 2012

8 frases que jamás debes decirle a un hombre MIENTRAS están haciendo el amor…

1. No, no. Así no…
2. ¿Seguro que está dentro?
3. ¡Qué olorcito a tuco! ¿Pedimos unas pastas después?
4. No pasa nada, todo bien. Ya sé. Es la primera vez que te pasa.
5. ¿Vos también te levantás temprano mañana?
6. No, perdoná. (Risas) Es que me acordadé de un chiste que me contaron hoy en el laburo.
7. Sé que no es un buen momento, pero por casualidad, ¿no te acordás cómo se llamaba el actor que hacía de Hector en Troya, la película con Brad Pitt?
8. ¿Ya acabaste? ¿Vamos?

15 de febrero de 2012 – Diario de Maria Pena, más de la mitad de estás cosas se me escaparon alguna que otra vez, y la otra mitad, las tuve en la punta de la lengua…

martes, 14 de febrero de 2012

Día de San Valentín

 Cuando un par de imágenes, valen más que 100 pelotudos haciéndote el verso...



"DISPARANDO GENTE POR LA ESPALDA, ¿EH? ¡MALDITO COBARDE VOLADOR!"

"ESTIMADO CUPIDO, ¡¡¡PODRÍAS AFINAR UN POQUITITO MÁS LA PUNTERÍA LA PRÓXIMA VEZ, HIJO DE RE MIL PUTA!!!

14 de febrero de 2012 - Diario de Maria Pena.


¡FELIZ DÍA DE SAN VALENTÍN!"

lunes, 13 de febrero de 2012

Knockout


¿Puede ser que cada vez que bajo la guardia viene algún pelotudo a hacerme mierda y dejarme knockout?
13 de febrero de 2012 - Diario de Maria Pena. ¡Feliz víspera de San Valentín para todos! ¡La reput... madre que los re parió!

domingo, 12 de febrero de 2012

Lánguidamente agazapado

Fantasma que irrumpe. Espectro pasado de una pesadilla recurrente. Resurge un tormento acallado proclamando su resurrección; acechando mi presente con mediocres discursos fácilmente revocables, pero tan innocuos, que me confunden. Me persigue. Sin descanso. Lánguidamente. Es un gris intruso en mi cabeza. Es ese dolor intermitente que busca filtrarse inocentemente. Ingenuo se muestra. Crédulo. Casi infantil. Parece inofensivo. Espontáneo. Pero está agazapado. Lo sé. Ya estuve ahí. Ya fui víctima. Y también testigo. El problema no es creer en su fingida inocencia, sino autoconvencerme una vez más, de que aún lo necesito.  

12 de febrero de 2012 – Diario de Maria Pena.

Lobo con piel de cordero: Dícese de la persona que, debajo de una apariencia humilde o inocente, oculta malas intenciones.

sábado, 11 de febrero de 2012

Pequeños grandes cambios

“Muchas personas pequeñas, en lugares pequeños, haciendo pequeñas cosas, pueden cambiar al mundo.”  Eduardo Galeano
Mido menos de 1,60m, vivo en un monoambiente y tengo un laburo rutinario… 
¡¡¡¡¡¡EN MIS MANO ESTÁ EL CAMBIO DEL MUNDO!!!!!!

11 febrero de 2012 – Diario de Maria Pena. Modestia aparte, soy grosísima... Dicen que jamás hay que perder la humildad pero, ¡qué se le va a hacer!

Gracias a M.C.S. una vez más…

viernes, 10 de febrero de 2012

Envidia, aburrimiento y caralibro

“La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren.” Arthur Schopenhauer

El aburrimiento es el cansancio o fastidio causados generalmente por disgustos o molestias, o por no tener nada que nos divierta o distraiga. “Estar aburrido” suele asociarse a “estar perdiendo el tiempo”. Por otra parte, puede pensarse que tener mucho tiempo libre también causa aburrimiento. De hecho, el tiempo parece transcurrir más lento cuando estamos aburridos.  La respuesta más aceptada por nuestra sociedad para combatir ese fastidio o desgano causado por el aburrimiento es realizar tareas que no requieran esfuerzo ni físico ni psíquico  y que mantengan a la persona concentrada y absorta.

La envidia es aquel sentimiento o estado mental en el cual existe dolor o desdicha por no poseer uno mismo lo que tiene el otro, sea en bienes, cualidades superiores u otra clase de cosa. Es decir, es la tristeza o pesar del bien ajeno, o del deseo de algo que no se posee.

Tengo una duda, cuando Arthur Schopenhauer, filósofo alemán, 1788-1860 escribió esa frase, ¿estaba hablando de FACEBOOK?
Según tengo entendido, las fechas no coinciden. Pero, ¡qué se yo! Una nunca sabe…

10 de febrero de 2012 – Diario de Maria Pena, mujer envidiosa y aburrida, fiel usuaria de Facebook.

jueves, 9 de febrero de 2012

Watussi


El calor era abrumante. El aire era tórrido y asfixiante. Los ánimos estaban que ardían también. Creo que para ese entonces, ambos sabíamos que la pareja estaba terminada, pero por cuestiones cósmicas que aun no puedo develar, seguíamos juntos.
Yo era una especie de Watussi, una vaca con cuernos gigantes. Estaba muy deprimida. Acorralada por mi propia falta de valentía.  Había engordado más de 10 kilos y me había dejado crecer dos enormes protuberancias en la frente para decorarme un poco la cara de orto que tenía por aquel entonces, es decir, era una cornuda consciente. Emocionalmente estaba devastada. Mi aspecto físico bien lo reflejaba.
Por otro lado, mi ex era ser completamente tóxico. Su constante, pero sutil desprecio hacia mí, eran moneda corriente en su discurso y su forma de actuar. Era subliminalmente hostil y destructivo.
Mi único refugio era mi lengua venenosa. Ese era mi escudo. Me protegía de sus ataques con irónicas contestaciones que duplicaban su ira y lo impulsaban a redoblar su apuesta para herirme. Creo que no hay nada peor para un hombre narcisista y extremadamente machista que tener al lado una mujer inteligente y verborrágica que no se calla nada.
Ambos estábamos atrapados en un círculo vicioso de mordientes palabras corrosivas. Una constante y sangrienta batalla campal de desprecios y sarcarmos…
Aquella noche, no fue la excepción. Soplaba una brisa irrespirable. La sensación térmica había superado los 40°. Un completo repaso de recriminaciones, insultos y reproches habían enviciado aun más el aire. Íbamos en el auto camino a casa después de haber pasado un fin de semana en el campo. De repente, a la derecha del camino y sobre una gran tranquera, veo escrito en un cartel, la siguiente frase “Criadero de cerdos”.
Mi ex amaba mofarse de mi gordura. Claramente, por la expresión en su rostro, él lo había leído también. Sin demasiados preámbulos y con el tono propio de un concursante de programa de preguntas y respuestas que sabe exactamente cómo rematar un tema, me dijo: “No sabía que tenías parientes viviendo por acá…" Casi sin esperar a que terminara, le respondí: "Si, mis suegros. Me extraña que no lo supieras, mi amor".
9 de febrero de 2012 – Diario Maria Pena. Él amaba mofarse de mi gordura, yo, de su estupidez. 

martes, 7 de febrero de 2012

Finalmente lo logré, ¡estoy en línea!

Porque siempre fui gordita y estar en línea parecía algo imposible…
Porque ininterrumpidamente, desde que me acuerdo, quise estar en línea y jamás lo había logrado hasta el día de hoy…
Porque estar en línea fue eternamente  el sueño de toda mi vida…
Porque estar en línea es un anhelo que presumía inalcanzable pero que a partir de este momento es ya parte de mi realidad…
¡En línea! ¡Estoy en línea! ¡Por fin! ¡Sí! ¡Estoy en líneaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!



7 de febrero de 2011 – Diario de Maria Pena. ¡Estoy en línea! ¡Estoy en un dibujo lineal y no tiene efecto rebote!

lunes, 6 de febrero de 2012

15 frases que no debes decirle a un hombre de pene pequeño

01. ¡Uh! Cuanto lo lamento…
02. No importa, dejémoslo así. Me da lástima despertar al chiquito.
03. ¿Y si sólo nos abrazamos y listo?
04. ¿Nunca probaste llevarlo a un circo?
05. Eh… ¿Puedo serte sincera?
06. ¡Ay! No te puedo creer. Mi hermanito tiene uno igual.
07. Esperame un segundo  que en la cartera tengo una pincita que nos puede ayudar.
08. Esto explica lo del tamaño de tu auto.
09. No sabía que también venían en talles tan pequeños...
10. Pero, estás seguro que  funciona como los demás, ¿no?
11. Ponete bajo la luz que quiero verlo bien.
12. Disculpame, no sabía que habías sufrido un accidente.
13. ¿Es que no te gusto? ¿Por qué lo estás escondiendo?
14. ¿Es así o es todo parte de una ilusión óptica?
15. ¡Qué bien! ¡Al menos podemos divertirnos disfrazándolo con la ropita de mi Barbie!

6 de febrero de 2012 – Diario de Maria Pena, también es conveniente evitar la risa tonta, típica de las situaciones incómodas, y los silencios embarazosos.

domingo, 5 de febrero de 2012

El espejo – Remembranzas de un hombre en mi cama

"El espejo no sabe mentir; lo que le dijeron ha de decir." Anónimo.
Pero no tan sólo eso… Lo que morfaste ha de vomitarlo en adiposidad en tu cuerpo… Lo que no fortaleciste en tu músculos ha de debilitarlo en tu autoestima… Lo que envejeciste con el paso de los años ha de reverdecerlo en juvenil envidia…
El espejo. ¡Maldito estandarte de la verdad, lo legítimo y certero! ¡Cínico testigo de todos mis defectos que se deleita refregándolos en mi cara! ¡Odio a los espejos! Los odio. Pero hay algo aún peor, aún más detestable que un espejo. Lo que más aborrecí en mi vida, fue esa combinación perfecta de insolencia, sadismo y maldad que se daba cada vez que yo me paraba frente a un espejo en compañía de mi ex.
Recuerdo una noche, después de bañarme. Aún tenía la toalla envuelta en mi cuerpo. Teníamos un casamiento. Mi ex ya estaba listo, con el traje puesto. Estaba impaciente. Fastidioso. Malhumorado. Le molestaba esperar a que yo terminara de arreglarme. Me quité la toalla para ponerme el vestido. Él estaba de pie, justo delante de mí, con su torso como inclinado junto al espejo grande del dormitorio. Quedé desnuda, abstraída por la inconmensurable cantidad de defectos que la imagen del espejo me devolvía. Flaccidez, celulitis, manchas en la piel, arrugas, canas, gordura, colgajos...
-          Me siento horrible;  vieja y gorda. Me veo fea. Espantosa. Soy un asco. Amor, decime algo lindo, por favor. Estoy deprimida. Necesito un elogio tuyo.
De repente, su gesto osco y poco acogedor, se convirtió en una gran sonrisa. Ya no se mostraba impaciente, parecía tener todo el tiempo del mundo. Me miró a los ojos y me dijo:
-          Mi vida, cosas buenas tenés. No te sientas mal. Arriba el ánimo. De la vista todavía estás perfecta…
Un silencio tempestuoso, que duró tan sólo un par de segundos, separó su satírico comentario del mío.
-          ¡Gracias! Era justo lo que necesitaba, amor mío. Yo estaba convencida que problemas de visión también tenía.  ¡No sabés lo que me cuesta saber dónde tenés el pitito a la noche! Hasta había empezado a pensar en usar una lupa para ayudarme a encontrártelo…
5 de febrero de 2012 – Diario de Maria Pena, mujer gorda, fea y vieja;  pero chicata todavía no.

viernes, 3 de febrero de 2012

El televisor - Remembranzas de un hombre en mi cama

Recuerdo, con cierta nostalgia, aquellas noches en las que compartía mi cama con un ser del sexo masculino, al que mis allegados reconocían como mi “novio”, rebautizado actualmente como mi “ex”. Me acuerdo de aquellos momentos del día en que nos recostábamos entre las sábanas, prontos a disfrutar de un merecido descanso, después de una ardua jornada laboral para distraernos un poco con el televisor. Eran esos momentos de calma profunda, que hasta incomodaba. Esa tensa calma que antecede a la tormenta. Para nada relajante. Había una última lucha que ganar. La del dominio del televisor. Los combates verbales y cuerpo a cuerpo por el control remoto eran, literalmente, cuestión de estado. Sí. Del estado de ánimo del que perdía…
Recuerdo una noche, sentada en la cama y después de haber perdido la disputa por la tenencia del bendito aparato a pilas, miré a mi ex completamente desentendida de lo que había ocurrido,  negando rotundamente a través de la simulación todo tipo de vestigio de bronca y resentimiento, y mientras él, orgulloso de su victoria pasaba los canales, le pregunté: "¿Qué hay de lindo en la tele, mi amor?"
Su pulgar dejó de pulsar los botones automáticamente. Hizo una pausa y, desde su pragmática y rudimentaria forma de ver el mundo femenino, me respondió: "Nada interesante, mi vida. Sólo una gruesa y desagradable capa de polvo".
Y era verdad. Hacía meses que nadie pasaba una franela por el aparato. Pero eso no me quitaba el sueño. Éramos dos seres iguales conviviendo bajo el mismo techo, y yo no veía porqué ésa debía ser una obligación ajustada a la naturaleza de mi género. Su machismo era recalcitrante.
Sin demasiado gesticulo, me levanté de la cama, fui directo al televisor y le dibujé una carita sonriente en el polvo de la pantalla. Esas que se usan como íconos de “SOY FELIZ” hoy en día. Me quedó hermosa. Grande y bien redondita. La capa era tan gruesa que el dibujo se notaba de lejos. Volví caminando lento, e intentando imitar la amplia curvatura de la sonrisa plasmada sobre las partículas de polvo del televisor, le dije: “Ahora tenés algo lindo para mirar”.
3 de febrero de 2012 – Diario de Maria Pena. A la mañana siguiente, cuando me levanté, la carita ya no estaba. La pantalla había sido limpiada. La batalla final había sido ganada.