viernes, 27 de mayo de 2011

Romanticismo y testosterona

¿El romanticismo es a la testosterona lo que el agua es al aceite?
¿Tendrán diferentes compuestos moleculares y por ende, es imposible combinarlos?
Yo creo que sí. Y cuento con ejemplos que lo acreditan.
Mi ex novio estaba compuesto de moléculas opuestas a las del amor. Sostenía fehacientemente que el único hombre que había sido sincero al confesarle a su esposa que ella era la única y más importante mujer de su vida era ADAN.
Todo un sentimental. Un ser sensible. Un tierno. ¿Una piedra en bruto o un bruto de la edad de piedra?  
Recuerdo que una mañana me levanté con una necesidad imperiosa de estar cerca suyo. Él estaba en un viaje de capacitación por el exterior. Yo precisaba sentirme conectada de alguna forma con él, entonces le mandé un mensaje que decía:
“Hola amor, hoy te extraño más que nunca. ¿Me pregunto qué estarás haciendo ahora?
Si estás durmiendo, invitame a pasar a tus sueños…
Si estás riendo, compartí conmigo tu alegría, sabés lo que amo tu sonrisa...
Si estás preocupado o triste por algo, pensá en mí, las penas compartidas se vuelven más livianas…
Si estás caminando, imaginate que voy a tu lado…
Si estás pensando en mí justo en este momento, mandame las palabras, las imágenes y todos los recuerdos que vengan a tu mente que los quiero volver a vivir cerca tuyo…
Te amo.”
Su respuesta fue inmediata. Esto me tomó por sorpresa. Su mensaje casi telegráfico decía:
”Hola mi amor, justo estaba cagando. ¿Querés que te mande algo de esto?”

27 de mayo de 2011 – Diario de Maria Pena, “por favor, no me digas lo que estás pensando de mí ahora…”

3 comentarios:

  1. yo hubiera contestado lo mismo
    punto para tu ex!
    así que supongo que no, no son compatibles...

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  2. jajajaaj tienen esa puta habilidad para cagarte los momentos, valga la redundancia de la palabra!

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  3. jajaja qué decadencia!

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