Entiendo que la expresión “No me rompan más los huevos” no se ajusta demasiado al discurso femenino. Lo entiendo perfectamente. Las nenas NO tenemos genitales ovoides externos. Lo sé. No soy tonta. Alguna vez los he visto y, hasta incluso, los he manipulado, pero siempre pertenecían a un “otro”, llamado “hombre”.
No tengo ganas de entrar en polémica. Los varones tienen pene y testículos, y las niñas tenemos vagina. Hasta ahí estamos de acuerdo. Pero yo tengo los huevos rotos. Y, sí. Tengo las bolas destrozadas aunque carezca de ellas. Es así. Vivo un eterno rompimiento prostático-testicular en HD (High Definition) las 24hs del día.
28 de febrero de 2012 – Diario de Maria Pena, mujer de pelotas virtuales en ruinas.
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