jueves, 1 de septiembre de 2011

El poder de la negación

“No subestimes nunca el poder de la negación”.
Ricky Fitts (personaje de la película Belleza Americana)

Cuando la palabra ha pronunciar puede traducirse en dolor, uno se ve acorralado entre dos opciones: hablar o callar. Ambas sendas, como todo en la vida, tienen sus consecuencias.
Pararse frente al punto del camino donde uno debe elegir por cuál de las dos opciones seguirá, no es un momento fácil. Llegar a la bifurcación nos ubica ante una decisión inminente. El camino ancho se acaba en ese lugar. Si queremos seguir hacia delante, debemos ser capaces de tomar una de las dos vías.
Una vez, alguien me dijo que la prudencia es la primera de las virtudes cardinales. Yo, inmediatamente refuté esa afirmación, diciendo que el amor era, en mi opinión, la virtud más valorable y preciada del ser humano. Mi interlocutor, por aquel entonces un profesor de la universidad, hizo caso omiso a mi argumento y manifestó que “sólo eran prudentes los sabios”.
Me cuesta mucho ser prudente. Carezco de esa virtud. Soy apasionada y visceral. Me mueven las pasiones, no lo puedo evitar.
Me encuentro frente a una encrucijada. Hablar o callar. Quedarme en silencio y esperar a que todo pase, o ponerle palabras a los hechos y decir lo que tengo para decir. No me gustaría calificar ambas posturas, porque inmediatamente asocio el silencio con la cobardía y la expresión con el coraje. Y como soy una kamikaze emocional, opto siempre por ser valiente, sin medir demasiado las consecuencias.
Vivimos rodeados de gente que no quiere escuchar y muchas veces nosotros también nos tapamos las orejas para evitar aquello que no queremos, o que no estamos preparados para oír. En la mayoría de los casos, esto sucede porque una vez que uno escucha eso que está intentando eludir, debe tomar una decisión al respecto…
¿Puede ser una opción prudente guardar silencio y tomar distancia? ¿Es el silencio una forma posible de respuesta o una reacción de cobardía? ¿Callar lo que uno tiene para decir es negar esa realidad? Me hago estas preguntas, simplemente, porque no me molestaría ser una cobarde, pero sí, utilizar mis palabras o silencios para negar lo que realmente está ocurriendo…

1 de septiembre de 2011 – Diario de Maria Pena, mujer de silencios dolorosos y palabras por momentos hirientes que intenta no adornar la realidad.

 Dedicado a M.Q.S., negadora por naturaleza.

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