Ayer a la noche me llamó mi ex por teléfono. Desde su huída aquel viernes por la noche de mi departamento no había tenido más noticias de él. Cuando escuché su voz, mi cuerpo exudó ilusión. Sentí que me llamaba porque me extrañaba, porque quería percibir mi voz, porque tenía necesidad de mí… La misma necesidad que yo tenía de él. Estaban intactos mis sentimientos. Seguro, tendríamos una nueva oportunidad para volver a empezar…
-Hola Maria.
-Hola – le contesté como pude. Me temblaba hasta el culo.
-¿Cómo estás?
-Bien – le respondí. A esta altura yo ya no sabía ni cómo me llamaba. Era obvio. Yo le interesaba de nuevo. Si alguien te pregunta cómo estás es porque está interesado en vos, preocupado por tus emociones…
-¿Cogemos?
Fue un baldazo de agua fría.
Reconozco que andaba necesitando un “service”, pero con él, demasiados sentimientos estaban en juego. En los 5 segundos que había durado la conversación hasta ese momento, yo había imaginado la reconciliación, el compromiso, la boda, los hijos, todo…
La conversación quedó en silencio.
-¡Hola! ¡Holaaaaaaaaa! ¿Estás? – me preguntó. Para mi sorpresa, su tono de voz seguía siendo el mismo.
-Si estoy. Me colgué con algo, disculpame. Me sorprendió tu llamado porque justo ayer estuve pensando en vos. Un compañero del laburo nos mostró un catálogo de muñecas inflables divino. Importación directa desde China. Todas a muy buen precio.
-¿Eh? ¿Te enojaste? – se animó a preguntarme.
Era obvio. Yo seguía enamorada de él y él lo sabía. Seguramente estaba necesitando un agujerito donde ponerla…
-No, para nada. – le respondí y continué diciendo – Lo de las muñecas es un golazo. Te las coges cuando querés y no gastás crédito del celular para llamarlas. Jamás te dicen que no, ni argumentan dolor de cabeza. Te evitás por completo el tema de las enfermedades de transmisión sexual. No hay riesgos de que quede embarazada. A lo sumo, si querés fantasear con esto, la inflás bastante y listo. Ocupa poco espacio. Podés seguir poniéndote vos y tus necesidades en primer lugar siempre. Además, la llevás desinflada a donde quieras, ni le tenés que mirar la cara. No te habla. No te hace reclamos. No te genera ningún gasto más que la inversión inicial. Siempre te sonríe…
-¿Qué te pasa? ¿Estás loca? - su tono había cambiado por completo, se lo notaba incómodo y hasta ofendido - Yo sólo te pregunté si nos veíamos hoy.
-Y yo solamente te estoy haciendo una sugerencia mejor, acorde con lo que vos estás buscando…
8 de junio de 2011 – Diario de Maria Pena, "Tengo el catálogo en casa por si alguien lo quiere ver."
Lamentable, lamentable y genial.
ResponderEliminarEl mejor bló para mujeres despechadas como nosotras lo escribe una británica y está en inglés. Pero para el que lo entiende es todo un éxito y yo lo recomiendo insistentemente para librarnos de equipaje innecesario!
ResponderEliminarSe llama Baggage Reclaim y enseña todo lo que hay que saber sobre patanes (assclowns), los hombres que soplan frío y caliente (no te alejes tanto que me congelo ¡no te acerques, que me quemas!) y cómo por cada hombre emocionalmente no disponible (Mr. Unavailable) hay una chica colchón (fallback girl) que está dispuesta a abrirle las puertas (y las piernas) cada vez que el tipo necesita un masaje de ego. No hay mejor site para tumbarnos de esa nube de golpe y porrazo!
Solo agrego que nada le impide a un hombre ir detrás de lo que quiere y conservarlo. Cuando no te llama, es porque no te quiere llamar. Cuando no te visita, es porque no te quiere ver. Y si no está contigo, es porque no quiere. Y punto. Los hombres son así de literales y así de primitivos.
Es un triste pelotudo! ... Si de verdad te paso, es solo eso un triste pelotudo ... pero una tiene que dejar pasar el tiempo, aunque no parezca cura muchos males o al menos los minimiza.
ResponderEliminarSos una genia! ... Te sigo siempre y te recomiendo cada vez que puedo.
Andrea.
Jejejejje, excelente idea.
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