Una vez, de madrugada en un bar, una amiga me dijo al oído: "Envidio a la gente que bebe. Al menos ellos tienen a qué echar la culpa de todo".
Como siempre me caractericé por ser una persona muy contenedora y asertiva le dije: "No envidies más. Eso no te conduce a nada. No te detengas en lo que te falta. Todos tenemos una madre. Échale la culpa de todo a ella".
12 de abril de 2011 - Diario de Maria Pena, mujer, amiga e hija de...
yeeeaaaahhh!!!
ResponderEliminar!muy bueno!!
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